domingo, 1 de noviembre de 2015

Acá, en esta jaula, hay tres tipos de pájaros:





a. Los que confunden la jaula con la libertad, pintan los barrotes y ponen retratos de los "loquitos" y los "alitas rotas", mientras mueven la cabeza y se acomodan en algún rinconcito a vivir la vida encerrados...
b. Los loquitos, que en algún punto sienten las alas adormecidas y saben que la libertad no puede ser tener las alas adormecidas porque además de doloroso es profundamente aburrido, así que se arman de valor y se ponen a inventar formas de volar dentro de la jaula, formas que les produzcan el mismo vértigo, la misma emoción, así sostienen sus rincones, con la firme idea de que algún día, uno de los planes va a funcionar y volar será otra cosa...
c. Los que no soportan más, los más aduces, los más inquietos y hasta creativos. Esos pájaros no soportan está jaula y nunca se creyeron el cuento de que la puerta está cerrada o que los barrotes son impenetrables. Pájaros locos de felicidad y tristeza se ponen a luchar... Algunos, algunos un día se matan, prefieren estar muertos que vivir así, prefieren estar muertos que esperar a que les corten las alas o a que las alas se pudran o a que un día se olviden de sus alas. Se lanzan al abismo de donde no hay regreso. La muerte como libertad absoluta.

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