martes, 30 de junio de 2015

Muñequita quitapenas

Que una debe contarle las penas en voz alta y luego ponerla bajo la almohada para que se lleve todas, todas, todas las tristezas. Y que una despierta con una felicidad inmensa.... Pero si ella luce tan tranquila, tan linda y fuerte, ¿para qué agobiarla con las penas?

Crónica del doble o la jaula o el pájaro


Encuentro con mi tutor:
Él: Me gusta mucho como trabajas a la poeta... Traes un estilo mezclado. Varios términos argentinos...
Ella: Che, eso es mi culpa...
Él: Te has vuelto una poeta trabajando a otra poeta. Tienes frases muy bellas y poéticas.
Ella: Pará, si solo habla de melancolía...
Él: Aunque necesitas tomar distancia. Estás en una simbiosis con Pizarnik.
Ella: Fue uno de esos encuentros casuales y pum, la locura. Demasiados diarios, poemas y relatos. Che, quizá tienen razón y vos lo que necesitás es literatura feliz, aunque vaya una a saber dónde la encontramos...
Él: Quizá si lees estos textos te ayude a meter un poquito de distancia.
Ella: Traducción : quizá si leés estos textos que has evitado por meses mientras esperas a que mejore tu estado anímico y emocional te ayude a dormir menos. "Cada vez iré sintiendo menos y recordando más", algo así.
Él: Puedes empezar por este ¿lo conoces?
Ella: Traducción: Podés empezar por este que compraste hace poco más de un año, en aquella librería cerca de Filosofía y Letras. Ibas acompañada, miraste el libro y el encuentro fue un presagio. Vos ya lo sabías, vos ya veías las marcas de la muerte. Él y tú tenían ya la sentencia de muerte pintada en el rostro, quizá por eso te llevaste el libro y lo dejaste guardado en el librero, esperando, esperándonos.
San: Sí, lo conozco, de hecho lo tengo en casa.
Él: Perfecto, pues empieza ya para despegarte un poquito
Ella: Qué momento. Empezá por respirar...
San: Gracias, nos vemos.
Él: Cuídate, Alejandra.
Ella: ¿Cuál simbiosis?
San: ...

martes, 23 de junio de 2015

CRÓNICA DE BUENOS AIRES O EN EL PLANETA PIZARNIK LAS SEÑORAS SON PERSONAJES CURIOSOS Y AHÍ TE QUIERO VER

3 de agosto de 2014



Historia de domingo: sentada en el café de siempre, una señora se acerca a platicar conmigo. Hablamos del clima, mi país "re lindo", su país y los teatros. Cortázar y los escritores rusos. Me da un beso de despedida y dice: "ya nunca más estés triste".

En el planeta Pizarnik el sol sale de a ratos, grande y con ojos tiernísimos de señora feliz.


—Che, hoy es 18...
—Ya
—Junio 18
—Ajá
—Sos una boluda, faltan nueve días para los 27 o te quedan sólo nueve días con 26, entrás ya en el limbo, en el sino, en el límite, en el inicio-fin, en la muerte-vida. Vos necesitás hacer algo excitante, excepcional, importante, loco, emocionante. Pensá, pensá...
—Podría acelerar el ritmo de lectura y análisis de los textos para la tesis y...
— Pará, sos la adrenalina andando, una aventurera nata, ¡uf! Tremenda emoción eh, vos sí que te divertís en la vida...
—...

domingo, 21 de junio de 2015

Manifiesto hablo por mi diferencia (mi versión)

-Alguien me llamó anómala sentimental por "sentir las cosas de la forma en que las siento", por sentir desmesuradamente, por sentir dolor, por sentir tristeza, por sentirme violentada.
-Che, te están diciendo diferente. Bueno, anormal, porque sentís diferente a los demás. ¿Cómo será sentir igual?
-Imagínate, ser la diferente entre los que se asumen diferentes y reivindican la diferencia diciendo que todos y todas deberíamos sentir igual..
-Che, sos la Pizarnik, el Lemebel, la Storni, la locura...
-Ya quisiera yo, pero resulta que soy la anómala sentimental
-Vení, vení, vení, vamos a gritar...
-¿Qué vamos a gritar?
- ¡Yo hablo por mi diferencia!

jueves, 18 de junio de 2015

Crónica o el retrato de las pérdidas

Es curioso, sucede que algunas veces alguien me pone un poema, me manda un poema, un verso y resulta que llega justo en el momento indicado. Quizá por eso sigo creyendo en la poesía...

 Te digo que recién perdí la última pluma fuente que me quedaba, amarilla y linda. Las últimas veces fueron un desastre total: lágrimas interminables y la tristeza inabarcable. Esta vez me resigné a la pérdida, ya sabes, esas plumas necesitaban ser perdidas, vaya una a saber por qué...

Luego perdí los nudos de mi cabello, lo cual también solía ser un desastre. Cortarme el cabello representaba un ritual de profunda tristeza. Esta vez fue algo refrescante...

Luego está mi padre quién recién terminó su vida laboral y no sabe cómo elaborar la experiencia. Y yo tampoco sé cómo hacerlo, cuál de todas las teorías y conceptos y análisis me sirve para decirle a mi padre que no todo está perdido, pero sí, que algo se perdió y que no es necesariamente un desastre. Ahora piensa que esta pérdida marca el inicio del final de su vida... Y yo intento regalarle todos mis años...

 Y luego estoy yo, que casi siempre me pierdo una hora antes de llegar a cualquier lado, porque en algún punto decidí aprenderme de memoria los poemas pero no los nombres de las calles, ni las estaciones del metro, ni las vialidades, ni nada. Por lo regular llego a los sitios gracias a la memoria, a la imagen que guardo de las cosas, ya sabes, una casa azul, la esquina con un árbol gigante, la banca de un verde desgastado...Recuerdo que perderme en Argentina era parte de mi estar bien, feliz. Podría jurar que muchas de esas veces, mientras estaba perdida me encontré.

Pero no te engaño, aún hay pérdidas que me parecen un desastre total y absoluto. Aún no domino el arte de perder... Pero a partir de ciertas pérdidas encontré mis manos, llevaba un tiempo sin sentirlas, también encontré astromelias y una buena forma de tomar té, luego encontré un par de amigos y re-encontré el color verde en todas sus tremendas características, me encontré con los viajes largos y cansados, las sonrisas sinceras, las personas combativas, las mujeres que no conocía, los lugares que ya no visitaba, los libros que ya no leía y hasta un rincón donde la lluvia no parece demasiado mala.

Aunque siempre pienso en los universos que uno se pierde en el camino del no ver, no ver ni tantito. Yo, que me he encontrado con universos tan fuertes, tan bellos, como el tuyo. Una se pierde tantas cosas, tantas formas de ver, de ser, de estar, de sentir. El tiempo es un monstruo depredador. Todavía busco algo que no quiera ser perdido, algo que aprehender... 

Aún sigo contando mis pérdidas, pero ahora mismo no es un desastre. 


Te abrazo

miércoles, 17 de junio de 2015

Crónica de los puentes, las batallas y los otros

—Che, las personas son como batallas...
—¿Batallas?
—Sí, pensá en que cada vez que le decís "Hola" a alguien, comienza una batalla para construir un puente...
—Un puente que vaya de mí al otro, del otro a mí
—U otra... pero vos sabes bien: un puente no se sostiene de un solo lado... los universos entran en caos, ambos son caos, a veces hasta crisis...
—¿Entonces?
—Entonces decidís, lo que dejás y lo que no. Lo que aceptás y lo que no. Si hay puente o no.
—Ya. Tan complicado.
—O no tanto. Vos podés sacarte el egoísmo y decidir las batallas que vale la pena pelear. Y pum, ahí el puente y dos universos que se alimentan mutuamente.
—Algunos universos están muertos.
—Vos, la fatalista. Están ahí, ¿no los mirás?
—¿A quiénes?
—A los vivos, che, a los vivos.